Tipos de bienes
Magdalena Ruiz Iguiñazú es una de las nuestras mejores periodistas, pero en Perfil del domingo extrae como copete una frase que supuestamente dijo el entrevistado:
"Aquí, el dólar sube y la gente lo compra más" El mercado argentino funciona al revés, dice el ex viceministro
En realidad, buscando en la nota, uno encuentra otra cosa:
"El dólar tiene esa característica: ¡es el único producto que, cuando sube de precio, hace que la gente lo compre más! Es al revés de cualquier otro mercado!"
Podrá parecerle a ella que ambas cosas son iguales, pero no lo son: el comportamiento atípico del mercado del dólar lo es en relación a otros bienes, pero no es una cuestión de nacionalismos.
Se suele definir como bienes típicos aquellos cuya demanda cae cuando aumentan de precio: al salir más caros, la gente los compra menos. Esto parece razonable, y si uno lo piensa parece lógico que debería ocurrir con todos los bienes. Sin embargo, hay excepciones.
Una son los bienes de Giffen, aquellos que están tan abajo en las preferencias de la gente que su consumo aumenta al aumentar los precios en general porque actúan como sustitutos. Otra, los bienes de Veblen, bienes de lujo cuyo consumo depende de que sean caros, ya que eso es lo que les da el status para ser atractivos a ciertos consumidores. Y también hay unos muy similares, definidos en función de la baja del precio: aquellos que son menos consumidos cuando baja su precio. No son las únicas excepciones, existen comportamientos en manada, que cuando más gente compra un bien, más desean comprarlo y lo compran, aunque el precio aumente (esto ocurre con las modas). Son comportamientos atípicos, contrarios a los que uno espera, pero no tan extraños.
No es tan sencillo llevar el paralelo al mercado bursátil y el monetario (porque si hay un precio, es porque hay una operación de compra-venta), pero es lo que se observa en este tipo de crisis. Podemos pensar que también las acciones en la bolsa pierden su atractivo cuando el precio disminuye, y cuanto más cae su precio, hay menos interesados en comprarlas. Y al contrario ocurre con el dolar (u otra moneda percibida como fuerte, o con el oro): al aumentar su precio, aumenta su demanda, ya que se lo percibe más fuerte o más seguro. O con los bonos, que comienzan a pagar más interés (es decir, son más baratos) pero los inversores los dejan de lado por bonos más sólidos. Y esto es un fenómeno mundial.
"Aquí, el dólar sube y la gente lo compra más" El mercado argentino funciona al revés, dice el ex viceministro
En realidad, buscando en la nota, uno encuentra otra cosa:
"El dólar tiene esa característica: ¡es el único producto que, cuando sube de precio, hace que la gente lo compre más! Es al revés de cualquier otro mercado!"
Podrá parecerle a ella que ambas cosas son iguales, pero no lo son: el comportamiento atípico del mercado del dólar lo es en relación a otros bienes, pero no es una cuestión de nacionalismos.
Se suele definir como bienes típicos aquellos cuya demanda cae cuando aumentan de precio: al salir más caros, la gente los compra menos. Esto parece razonable, y si uno lo piensa parece lógico que debería ocurrir con todos los bienes. Sin embargo, hay excepciones.
Una son los bienes de Giffen, aquellos que están tan abajo en las preferencias de la gente que su consumo aumenta al aumentar los precios en general porque actúan como sustitutos. Otra, los bienes de Veblen, bienes de lujo cuyo consumo depende de que sean caros, ya que eso es lo que les da el status para ser atractivos a ciertos consumidores. Y también hay unos muy similares, definidos en función de la baja del precio: aquellos que son menos consumidos cuando baja su precio. No son las únicas excepciones, existen comportamientos en manada, que cuando más gente compra un bien, más desean comprarlo y lo compran, aunque el precio aumente (esto ocurre con las modas). Son comportamientos atípicos, contrarios a los que uno espera, pero no tan extraños.
No es tan sencillo llevar el paralelo al mercado bursátil y el monetario (porque si hay un precio, es porque hay una operación de compra-venta), pero es lo que se observa en este tipo de crisis. Podemos pensar que también las acciones en la bolsa pierden su atractivo cuando el precio disminuye, y cuanto más cae su precio, hay menos interesados en comprarlas. Y al contrario ocurre con el dolar (u otra moneda percibida como fuerte, o con el oro): al aumentar su precio, aumenta su demanda, ya que se lo percibe más fuerte o más seguro. O con los bonos, que comienzan a pagar más interés (es decir, son más baratos) pero los inversores los dejan de lado por bonos más sólidos. Y esto es un fenómeno mundial.